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El Conde de Lautréamont
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Se preguntaba el Conde de Lautréamont
en Los Cantos de Maldoror
¿cuál es el mas profundo
el mas impenetrable,
el océano o el corazón?
Como las banderas que hablan del mar
un árbol anaranjado
hundido en la nieve otoñal
le dice a un hombre
que habla del mal
que sostenga la pluma
que la sostenga en la bruma
y que encuentre la varita de madera labrada
y que coma frutas de estación
y conserve dulces y licores para convidar
y no olvide el jugo que da la parra
Se preguntaba El Conde de Lautréamont
en Los Cantos de Maldoror
¿Cuál es el más profundo,
el mas impenetrable
el océano o el corazón?
Disecaba margaritas, amapolas
Disecaba margarita, amapolas
El distinguido capitán.
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2. |
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Ahora que estoy enamorada
no preciso nada no preciso nada, nada mas
estoy enamorada de la vida que me da mas vida
y no me saca las horas del amor.
Ahora que estoy encantada estudio concentrada
no me quejo, nada falta
todo pasará.
camino, canto, cocino
me río, me olvido de lo mal
que me suelo sentir,
cuando estoy sola desarmada
fea complicada de mal humor atormentada.
Si no fuera que estoy enamorada
estaría doblada en un rincón tirada
nada productiva, dependiente
seducida por la muerte.
Mejores resistidores
yo los llamo ganadores
aguantan mejor el dolor.
Momento no mas sola acompañada
llegó tu amor, llegó mi amor
llegará el amor.
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3. |
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Con una lupa, oh lente mágico
vuelvo al costado del río
a tu llamado solo respondo
ya deberías saberlo.
Oh dragón con alas de mariposa
estaba esperándote
diminuto como un grano de sésamo
estaba esperándote.
Tornasolado, reaparecías
y en voz baja decías
se valiente y vení conmigo
a buscar el tesoro escondido
Oh dragón con alas de mariposa
estaba escuchándote
diminuto como un grano de sésamo
estaba escuchándote.
Tintineaban mis latidos
y decidí obedecerlos
lo trepé arriba mío
y nos hicimos amigos.
Oh dragón con alas de mariposa
estaba escuchándote
diminuto como un grano de sésamo
estaba esperándote.
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4. |
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Como agarrar la bicicleta y en un punto intermedio darle un beso
y rápido salir corriendo a toda velocidad.
Lo abracé, me escuchó cantar
nuevo comienzo revoloteo
soñar, bailar y bendecir a un colibrí feliz.
El amor es libre como el aire...
El vuelo de ese colibrí, un instante de pura presencia
necesita los colores de las flores para poder vivir.
Rosada me convertí en flor y un pétalo rodó de mi
enredada en los laureles en su nido me besó y me reí.
El amor es libre como el aire...
El día de los enamorados, me buscó no se por qué
lo esperé se hizo de noche, bajo la luna me cerré.
Sin embargo, al otro día, el sol me miró otra vez
el agüita sola caía, ¡si! me regaban tenía sed.
El amor es libre como el aire...
Si me meto en la cabeza de un pequeño colibrí
buscaría de la flor el néctar, para luego repartir.
Solo soy una hermosa rosa y no dependo de un colibrí
lo recibo si se posa, yo soy linda para mi.
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Lucila Inés Ciudad Autónoma De Buenos Aires, Argentina
Lucila Inés (Bs. As., 1986)
Escribe canciones. Imagina sus cantos como micro fábulas llevadas por melodías y acordes simples. Canción es cerrar los ojos, contemplar y volcarse a la autoexpresión.
Foto: Euge Kais
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